Impacto de COVID-19 globalmente
Impacto del COVID-19
globalmente
El año 2020 tomó por sorpresa a todos en el mundo, pues nadie imaginó el impacto que podría tener el nuevo virus COVID-19 (coronavirus), el cual, en tan solo unos meses tuvo la capacidad de propagarse en diferentes partes del mundo, desde su origen en la región de Wuhan, al este de China. Sin duda alguna, la interconectividad que existe hoy en día permitió su expansión a una velocidad sin precedentes.
De acuerdo con la universidad Johns Hopkins, al finalizar el mes de agosto, alrededor del mundo se sumaban más de 25.3 millones de casos detectados de coronavirus, y más de 848 mil fallecimientos. Cifras muy preocupantes, a las que se le suma el impacto emocional y económico que esta crisis sanitaria ha representado para el mundo entero.
Y es que, a inicio del año, por más que surgieron noticias de cómo el brote de coronavirus se expandía en Wuhan, algunos líderes políticos y económicos no lograron magnificar el impacto que podría llegar a tener. A diferencia de otras crisis económicas, que se han dado a lo largo de la historia, a esta particular crisis del coronavirus se le suma un aspecto psicológico que ha afectado, y que afectará al largo plazo, el comportamiento de los ciudadanos. Lo anterior se debe a que, a consecuencia del cierre de negocios, o a la amenaza de la pandemia, hay quienes han desarrollado en su vida cotidiana estrés, miedo, ataques de pánico, ansiedad, entre otros síntomas. Lo anterior ha aumentado también debido a la exposición de noticias de cómo se vive la crisis en los diferentes países, a la incertidumbre de una fecha en la que se volverá a “una normalidad”, y sumado al hecho de que no todos tienen la facilidad de poder enfrentar esta crisis al lado de sus seres queridos, por el tan necesario distanciamiento social que ha representado para todos.
Como podemos ver, el virus ha afectado la manera en la que las personas se desenvuelven en la sociedad. Desde los más pequeños de casa, quienes han tenido que tomar sus clases habituales de forma virtual y ya no asistir a la escuela (tomando en cuenta también que existe otro sector de niños de escasos recursos sin acceso a internet que no han podido hacerlo) y también todas las personas que han tenido que trasladar sus oficinas a sus hogares. Por otro lado, también está otro segmento de personas que continúan trabajando desde sus oficinas y que han tenido que tomar medidas de prevención con el objetivo de no llevar el virus a sus hogares y contagiar a sus familias.
Otro aspecto importante que sin duda se ha alterado son los protocolos para viajar, pues todas las aerolíneas han tenido que trabajar en un nuevo esquema para cumplir con las medidas de prevención que se tendrán que implementar en orden de poder abrir nuevamente los aeropuertos de diferentes partes del mundo para vuelos internacionales. Y también, sumado a lo anterior, las aerolíneas tendrán que enfrentar la crisis por la que tuvieron que pasar debido a la suspensión de vuelos por varios meses en los diferentes continentes. Las personas han tenido que cancelar tanto sus viajes de negocios, como de turismo, lo cuál ha generado una falta de ingresos en todos aquellos destinos turísticos que acostumbraban a contar con picos de visitas en tiempos vacacionales, como la semana santa. Se han cancelado incluso diferentes tours de conciertos de artistas y hasta entrenos y partidos de grandes ligas de fútbol.Prever una situación de este tipo era muy difícil, a pesar de que en el pasado el mundo ha sido testigo de diferentes epidemias. Por ejemplo, en el 2002 el SARS, la gripe H1N1 en el 2009 y el ébola en el 2014. Ver el comportamiento que han tenido las diferentes epidemias a través de los años, nos hacer recordar que cada vez más, a nivel mundial, las personas se ven más expuestas a nuevos tipos de pandemias.
A nivel económico, la pandemia del COVID-19 ha puesto en jaque a grandes y pequeños empresarios. El impacto que ha tenido en mercados financieros a nivel mundial ha sido algo histórico, así lo han señalado expertos del Bando Mundial, del Fondo Monetario Internacional, entre otros. De acuerdo con ellos, las bolsas mundiales han experimentados caídas que no se habían visto desde 1929. Habrá muchísimas empresas alrededor del mundo que se verán obligadas a reinventarse rápidamente para poder sobrevivir bajo un nuevo ambiente y desafíos de negocios, sin embargo, también habrá empresas que no serán capaces de contar con las herramientas necesarias para salir de la crisis generada por el coronavirus y se verán obligadas a cerrar sus operaciones.
A pesar de lo preocupante que ha sido para algunos, también hay sectores en los que la pandemia ha significado una oportunidad de beneficio a corto y largo plazo, por ejemplo, el sector farmacéutico y sanitario que se encargan de producir artículos de alta demanda como las mascarillas, alcohol gel, desinfectantes, así como también los que elaboran respiradores e instrumentos relacionados a las unidades de cuidados intensivos de hospitales.
También han tenido un mayor éxito, del que por sí ya contaban, las plataformas de entretenimiento en línea, como Netflix, Amazon Prime, HBO Max, y también las redes sociales como Tik Tok, y el mundo de los videojuegos. El hecho que también los consumidores no pueden salir de casa hacen que aumente la demanda de los servicios de delivery de comida y artículos de primera necesidad; aquellos productos que se comercializan a través de una App, tienen una mayor aceptación por parte de los consumidores, quienes al estar en sus casas prefieren poder dar seguimiento a sus pedidos.
Otras instituciones y empresas, consideradas un poco más tradicionales, como las universidades, los bancos, las aseguradoras, entre otras, han acelerado su transformación hacia estrategias digitales que les han permitido continuar funcionando con “normalidad” en un contexto que ha sido complicado para muchos.
De acuerdo con el decano de la facultad de Ciencias del Seguro, Jurídicas y de la Empresa de la universidad Pontificia de Salamanca, Luis Alberto Rivas, “estamos viviendo un cambio de paradigma económico desde una economía convencional, de forma lineal, que había funcionado a lo largo de los tres últimos siglos aproximadamente, hacia una economía circular en la que se incorporan herramientas tecnológicas de la denominada industria 4.0. Lo que sucede ahora es que esta crisis nos obliga a adaptarnos todavía más rápido a un entorno que está cambiando aún más rápido”.
Por otro lado, el experto de la Pontificia de Salamanca considera que la evolución de la economía irá estrechamente vinculada a la relajación de las medidas de distanciamiento social, que serán implementadas de manera muy lenta y gradual, hasta que se desarrolle una cura, o una vacuna.
Es probable que el mundo no vuelva a ser el mismo después de la pandemia del coronavirus, y no hay duda de que muchas industrias se verán forzadas a rediseñar sus procesos para no desaparecer en tiempos de cambio.